martes, 29 de octubre de 2019

Ninfomanía (Nymphomaniac)




SPOILERS

Desde la imaginación de uno de los creadores del Dogma llega a la pantalla grande una conversación entre una ninfómana y un asexual, en donde ella le contará a él la historia de su vida, sintiéndose profundamente culpable por todo el daño que le ha causado a todos aquellos que han pasado por entre sus piernas. Él, procurando entender, asociará sus detalladas historias con algún conocimiento recóndito en su intelecto. Es así como el filme logra reducir la entera humanidad al mero placer sexual, tal como lo proponía Sigmund Freud.

Al mejor estilo ágil e incisivo de Lars von Trier, y en medio de una narrativa a veces transgresora y a veces poética, el danés equipara el salir a cazar a alguien para pasar la noche, con una avanzada técnica de pesca con anzuelo; la búsqueda de aquel que cause el orgasmo perfecto, con la composición de una pieza clásica de J. S. Bach; el cambiarse de religión, con convertirse al sadomasoquismo. Y lo hace tan bien, que su reflexión filosófica obtiene una forma sólida, aunque en ocasiones bordee fuertemente esa tendencia seudo-intelectual tan común en sus películas.
Según Freud, el desarrollo de una psique sana depende de haber experimentado a cabalidad las diferentes etapas de la sexualidad (el placer), desde que se es un bebé hasta que se es adulto. Esto quiere decir que los cimientos de nuestra sociedad están construidos con base en nuestra experiencia sexual. Pues bien ¿Qué ocurre si en esta sociedad existe alguien con una dislocación de placer? Lars von Trier ha puesto a dos de estas personas en una misma habitación: una que quiere que le llenen todos los orificios de su cuerpo, y el otro, que a pesar de su avanzada edad, no tiene idea de lo que es el coito. Luego de demostrar cuánto se complementan el uno al otro, y de presionarlos al borde de su propios displaceres y ansiedades, el final no es otro que el que Freud hubiera podido predecir para este encuentro: irremediablemente uno de ellos terminará asesinando al otro. Y la película se tomará 4 horas y 25 minutos en mostrar cómo y porqué.

Llena de diálogos eruditos, y de sexo explícito y salvaje, logra excitar a más de uno con sus aversiones morales, mientras plantea, a su vez, fuertes cuestionamientos éticos sobre la percepción sexual de los individuos: ¿realmente el amor va de la mano con el sexo, o se puede amar a alguien y tener sexo con otras personas sin que ninguna de las dos cosas interfieran entre sí? ¿Es la pedofilia una enfermedad o un gusto particular? Así como se puede preferir las galletas de chocolate pequeñas sobre las galletas de chocolate grandes ¿Qué es eso que nos avergüenza tanto del sexo que nos exige privacidad para fornicar?

Sin embargo, al ser esta película una reflexión filosófica, plantea cuestionamientos más no respuestas. Omitiendo abruptamente esta evidencia, el filme ha sido señalado como sexista, excesivo, pornográfico, incluso misógino; pero ciertamente todo eso reside en los ojos políticamente correctos que se sientan a verla, pues si bien el filme está lleno de erotismo explícito y estimulante sexo sin ningún tipo de tapujos o cohibiciones, así mismo tiene un trasfondo bastante fuerte en contra del amor como un ideal social, y en su puesto, pretende poner el instinto más humano, carnal y salvaje que hay en un orgasmo. Tanto así, que logra traducir a imágenes la teoría de Freud, sobre cómo dominar una sociedad reprimiéndoles del sexo.


jueves, 17 de octubre de 2019

Beats



La amistad entre dos amigos ha creado un puente que cruza los inmensos abismos que generan las clases sociales. La vida se encargará de demolerlo, pero ellos se asegurarán a su vez, de dejar una huella imborrable de que ahí existió tal puente.
Hacia el año ’94 cuando la música electrónica estaba llegando al mainstream en U.K, se aprobó un acta que hizo imposible los raves (una forma de fiesta): esta prohibió las reuniones al aire libre sin autorización, la música ruidosa y los «beats repetitivos». (Berlin, Techno y la Historia detrás de la Cultura Rave) En respuesta a esto las fiestas se empezaron a organizar de forma clandestina, improvisada y obviamente ilegal, en lugares absolutamente inesperados y por supuesto, con mucho éxtasis. Esto no era solamente una forma de embriaguez, sino también una forma de resistencia contra la ley y sus formas de cohibición. Beats (2019) cuenta la historia de dos entrañables amigos, con contextos socioculturales absolutamente distantes, que asisten fortuitamente a una de estas fiestas rave (que en su traducción al castellano significa “delirio”) como despedida a su fuerte amistad.
El director escocés Brian Welsh, atrae dos personalidades de las clases sociales al mismo lugar, y en medio de fuertes beats repetitivos nos muestra *cuánto* pueden aprender el uno del otro, y cuan necesarios son ambos. Es una peli con mucho corazón y nobleza a pesar de la cantidad de drogas y la dispareación que estas causan.
Si a usted le gusta Trainspotting, ver esta película debe ser un must. La poderosa fuerza de la juventud estallando en éxtasis, rendida al placer insaciable de la danza electrónica, viviendo cada uno un viaje excitante e inconsciente, marcando con ello resistencia ante un Estado opresor, y en medio de la psicodelia, estableciendo lazos inquebrantables de amistad. 


martes, 15 de octubre de 2019

Joker


Una mujer trabaja en la casa de un hombre muy rico, tiene un hijo con él y luego pierde su trabajo. En medio de su propia pobreza y enfermedades cría a su hijo, quien más adelante se entera por accidente que su padre es uno de los hombres más ricos de la ciudad, y decide encararlo. Para que el hombre multimillonario finalmente lo niegue como su hijo. ¿Es este el guion de Joker (2019), o el libreto de alguna novela venezolana?

Todd Phillips, el director, procura contar la historia de cómo un hombre marginal y depresivo, falto de afecto y reconocimiento, se transforma en uno de los enemigos más legendarios de Batman: el JokerLa carga de esto recae sobre el actor Joaquin Phoenix, quien interpreta con intensidad a Arthur Fleck (el Joker), desde que es un payaso de tienda con sueños desgastados de comediante, hasta que se convierte en domador de masas. Joaquin hace esta transformación de forma magistral y absolutamente convincente. A pesar de su esfuerzo, la película no es lo suficientemente diestra contando los orígenes del desencaje mental que tiene el Joker… triste error.

Ahora, claramente Joaquin se ha ganado un pase directo a los Oscars como mejor actor, sin embargo, y vale la pena destacarlo, mucho de su talento está manipulado por la exquisita y acertada banda sonora que tiene el filme.

La película asecha contra la clase alta y los medios de comunicación, pero los argumentos con los que ataca carecen de firmeza. Pues un movimiento en contra de la gente rica no es un acto político serio, ¡a esa premisa le hace falta argumentos! Sin embargo el filme hace varias referencias a películas que de hecho sí plantean cuestionamientos sociopolíticos desequilibrantes, cómo Taxi Driver, Batman The Dark Knight, inclusive V For Vendetta, sólo que Joker no tiene su talante para alcanzar a producir el cuestionamiento ético que estas provocan en sus espectadores. Sobre todo porque se concentra demasiado en adornar e impulsar el drama psicológico del Joker, alejándonos así, de poder entender cómo el placer que Arthur encuentra asesinando, ciudad Gótica lo interpreta como un acto heroico.

Joker no es una película mala, la caracterización del personaje es un gran homenaje a DC Comics y sus bocetos originales, y el esplendor con que está hecha es casi poético, tiene una belleza profundamente triste y desquiciada.

Ver a una sociedad enaltecer a un desequilibrado siempre será una gran función.