sábado, 6 de julio de 2019

Before snowfall


Me encontré con esta película por accidente en el marco del Eurocine 2019. Yo iba a ver otra película sobre nazis en Alemania, y terminé viendo esta road movie sobre el amor, el honor y la venganza. Y la verdad no me arrepiento.


Siyar viaja desde Iraq hasta Noruega de las formas más riesgosas persiguiendo a su hermana para matarla, pues ella ha huido del matrimonio que le habían arreglado en su tierra, y se ha ido a vivir con otro hombre. Durante su estadía en Turquía él se encuentra con Evin, una chica que se une a su viaje porque ella necesita encontrar a su padre. La película tiene dos cosas muy interesantes, una de esas es que Siyar tiene un choque cultural absolutamente impactante, pero eso a él apenas lo sacude. Le hierve tanto la sangre por la deshonra que su hermana le ha causado a la familia, que no puede ver a los lados, parece un animal con una sed impresionante de venganza. En su viaje junto a Evin apenas logramos percibir rasgos de la nobleza que contiene, pero eso en ningún momento lo hace vacilar, por más que Evin procura transmitirle un mundo diferente, él no se inmuta, está blindado ante la diferencia. La segunda cosa que me parece impresionante, es la cantidad de personas, y la facilidad con que las encuentra, dispuestas a ayudarle firmemente a matar a otra persona.


Para ver el trailer.

martes, 2 de julio de 2019

Vivir deprisa, amar despacio



Vivir deprisa, amar despacio (2018) cuenta la historia de Jacques, un escritor de treinta y tantos que tiene SIDA, y quien en esos últimos días de su vida se enamora deliberadamente. Sí, suena a una historia ya contada miles de veces antes. Sin embargo Christophe Honoré (el director), elaboró esta vez una historia donde posa su corazón, y la cámara, ante la vida, la muerte, el pasado, las reflexiones y amor desinhibido, de tal forma que ciertamente, la película pierde cualquier parecido con las otras mil veces que se ha contado la misma historia.

El filme plantea un contraste muy interesante, en donde una vida llena de alegría, hormonas y juventud, se acerca a otra que le pesa el pasado y el presente la descompone, y allí, en ese contraste emerge un amor que se atrae por oposición, una pareja que se enamora por lo que el uno significa para el otro en esa precisa coyuntura de sus vidas.

Es una película absolutamente abierta, respetuosa, sutil y azul, ambientada en los noventas, con música de Massive Attack, guiños a Truffaut y referencias literarias, que logra evocar el alma de una generación gay francesa.

La delicadeza con que la película trata el SIDA, las despedidas, la identidad de género, el dolor, la promiscuidad, la tristeza y el amor mismo, es exquisita, incluso, en muchas ocasiones, poética. Pues Honoré se desprende de todas las fórmulas para generar empatía en este tipo de filmes, para imponer sus propios sentimientos y narrativa al respecto. Se vale de símbolos y recursos únicos del cine para elaborar una historia tan triste como esperar inocente sentado bajo la noche, la llamada de alguien que ya nunca más volverá a hablar.