La noche de 12 años (2018), de Álvaro Brechner, cuenta el
suplicio que sufrieron tres guerrilleros encarcelados, desde el 73 hasta el 85,
por la dictadura militar uruguaya. Entre ellos estaba José Mujica, posterior presidente
de Uruguay ¿Un recuento histórico o una peli de entretenimiento?
Mediante un golpe de estado ocurrido en 1973, los militares
se montaron al poder y encarcelaron a 7 líderes del movimiento guerrillero
Tupamaros, la película se centra en el encierro de 3 de ellos. No los podían
asesinar, así que decidieron aislarlos de tal modo que la locura los asechara.
El filme está dedicado casi exclusivamente a lo que sufrieron ellos en sus
calabozos, tanto física como psicológicamente, sin embargo peca por efectista.
En búsqueda de la representación de la represión, la soledad, los recuerdos, la
locura, el encierro y el silencio, la película se excede en trucos, se vuelve
artificiosa, y de tanto resaltar sus efectos termina banalizando todo esto que
pretende representar. Como una película hecha por amateurs, que en vez de
explotar al máximo el espectro de creatividad que brinda una película que habla
sobre la locura, prefieren ceñirse a las viejas mañas narrativas, sin siquiera
saber explotar a un personaje como José Mujica.
Es interesante la propuesta de recrear lo que vivieron estos
personajes durante su condición como reenes políticos, sobre todo por la
influencia que posteriormente ellos tendrían en el gobierno uruguayo (no hay
que olvidar que son personas con resquicios de locura). Es un acto de memoria
importante, es un llamado a no olvidar lo que fuimos, ni cómo llegamos hasta
donde estamos. Pero la bondad de esto se queda en la propuesta, porque la
película no logra siquiera transmitirle al espectador la angustia de los
personajes, es un filme que no hace más que entretener, parece la sensacional
promesa de un circo barato.
Para ver el trailer.