miércoles, 27 de febrero de 2019

Un asunto de familia (Shoplifters)


Shoplifters (2018), es una película de Hirokazu Koreeda. Este drama emotivo se desenvuelve en los suburbios de Japón, en una pequeña casa donde vive un grupo de personas relegadas que a diario buscan cómo sobrevivir, y que a pesar de su historial delincuencial, tienen muchas ganas de amar.

Shoplifters es una película con planimetría muy romántica, compuesta de una fotografía cálida y una dirección de arte excepcional. Aunque sus incidencias musicales no son tantas, esa ausencia no se marca, pues trabaja muy bien el silencio. Su final se alarga innecesariamente, como forzando la narrativa. 

Cinco personas de diferentes edades viven en la misma casa, un día llega una nueva integrante, y a partir de ese momento descubriremos la bondad y rutina de estos marginados. A pesar de que la película muestra la deshonra en la forma cómo estas personas se ganan la vida, nunca los juzga por lo que hacen, al contrario, expone cómo a partir de estos actos ellos logran construir y sostener un hogar juntos, de donde emana un gran amor con lazos de unión profundamente fuertes. Es a partir de esta exposición y de frases incisivas que va soltando la historia cada tanto, que la película desmenuza, cuestiona y desmonta el concepto de familia de la Política Pública japonesa: ¿se puede elegir a la familia, o eso es algo con lo que ya cargamos? ¿Se es madre por el simple hecho de parir? ¿Qué es eso que mantiene a las familias unidas? La película responde, pero la realidad es diferente, tiene más vacíos, y se impone, finalmente, sobre los protagonistas y sus deseos.

El hilo conductor de la historia está dado por la toma de malas decisiones. Sin embargo, la construcción narrativa está edificada de forma que el espectador se haga cómplice de dichas decisiones y las avale en nombre del amor fraternal, pero el mismo filme se encarga de deconstruir esa empatía, y mostrarnos cómo realmente funciona el mundo, dejándole a los protagonistas impetuosas lecciones. 

Este filme interioriza en la intimidad de cada uno de los integrantes de esta familia alternativa, para poder poner al descubierto cuál es el vacío que tiene cada uno, y cómo este se ve resanado con la inferencia de los otros en su propia vida, y así, nos describe el diario de esta familia, porque finalmente eso es lo que son, aunque les impongan ese derecho de otra forma.

jueves, 21 de febrero de 2019

La favorita (The favourite)


The Favourite (2018), es una película dirigida por el controversial griego Yorgos Lanthimos, quien es reconocido por hacer películas donde oprime a sus personajes, hasta que finalmente saca a relucir lo más animal e inmoral de ellos. En un triángulo amoroso en la realeza inglesa durante el siglo XVIII, La Favorita plantea el amor como un ejercicio de poder, cuestionando así la fiabilidad de este.

Con influencias de movimientos cinematográficos como el Expresionismo Alemán o de autores de como Kubrick, La Favorita tiene un despliegue técnico que se complementa de forma magistral. Ningún maquillaje, coreografía, claro-oscuro, key musical o gran angular desentona en este entramado artístico. Razón suficiente para su nominación a mejor película (aunque se merece más la de mejor guión original).

Esta historia aberrante y excéntrica, define el amor como una lucha de poder, y para hacerlo toma una de las élites más poderosas de la historia: la realeza inglesa de hace dos siglos. Allí, Yorgos pone a prueba el concepto y la percepción del amor: ¿acaso sigue siendo amor si al mismo tiempo se trata de una lucha por el poder? La película nunca responde la pregunta, pero ¡sí que ahonda en ella! Nos muestra el lado humano de ellas tres, lo que sienten, lo que les atormenta, lo que quieren, su pasado, su soledad, su carisma, pero al mismo tiempo nos va develando sus ansias, como un perro rabioso y jadeante de poder, dispuestas a lo que sea por que la Reina muestre interés en ellas.

Usa el contexto histórico para reforzar la importancia del poder, del mantenimiento del estatus social y de lo riesgosos que pueden ser los actos impúdicos, para así darle más realce a la historia, hacerla más dramática, más obscena y más sombría. Sin embargo, tiene una forma magistral de llevar el trasfondo de la historia en el subtexto, son muy pocos los momentos que hacen explícito el argumento. La mayoría del filme está contado a partir de miradas, de cortes de edición, de conversaciones ajenas a lo que realmente ocurre, pero nunca dejan de aportarle al grueso del filme: una guerra agresiva y cínica por el poder, es decir, por el interés de la Reina, quien finalmente, es el ser más desprevenido y que menos ejerce el poder, aunque lo posea todo. Ella... ella ama sus conejos.

Para ver el trailer.

martes, 19 de febrero de 2019

Guy


Guy (2018), es un mocumental de Alex Lutz, proyectado durante el festival online, gratuito e internacional de cine francés My French Film Festival. Una mujer, antes de morir, le deja una carta a su hijo confesándole quién es su padre: un reconocido cantante de la década de los 60s en Francia. El joven decide hacer un íntimo documental de su padre, un retrato de su vida, como una forma de acercase a él, de conocerlo, de saber quién es.

Con cámara en mano, y subjetiva, Gauthier (el joven), llega hasta la parcela de su padre y le propone el documental, este acepta, y desde entonces la cámara no lo suelta, está con él en todo momento, y aunque Guy (el padre), procura resguardar su intimidad de la inquisitiva cámara, no hay forma de que esta no nos retrate su humanidad. La forma en que está contada la historia despierta el morbo del espectador, quien presta demasiada atención a los detalles, para lograr saber tanto de Guy como Gauthier desea.

Es un filme bastante íntimo, se adentra silenciosamente en la persona que es Guy, nos expone su personalidad, su forma de pensar, nos hace testigos de un reencuentro de sí mismo con su pasado equiparado con la persona que es ahora, exhibe las huellas que deja el haber sido joven y el haber sido famoso. Es una película melancólica pero fuerte, contundente y audaz. Igual que Guy, es su película. Es también una película profundamente francesa, llena de un humor sarcástico y muy fino que hace alegoría a Francia, que se burla de su historia, que incluso recrea escenarios de shows televisivos franceses y retrata, de algún modo, la mentalidad francesa. Es a su vez una película que deja mucho de su narrativa sobre los hombros del actor: en su lenguaje corporal y sus gestos faciales, lo cual la hace bastante profunda, pues logra reflejar, por ejemplo, lo que causa hablar de un recuerdo.

Guy es una película bastante arriesgada, pues entre el retrato que le hace al famoso cantante, también procura rescatar la música de hace medio siglo, hablando de algún modo, de la vida, la edad y el avistamiento de la muerte de ambos, y sin embargo es, tal vez, la mejor película del festival. 

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lunes, 18 de febrero de 2019

Salvaje (Sauvage)



Sauvage (2018), es la ópera prima del francés Camille Vidal-Naquet. Cuenta la historia de un joven que se prostituye en la calle, que vive su vida al día, sin más afán que el presente, que busca el amor entre la acera y el apartamento de algún desconocido.

Alguna vez alguien dijo que un buen final repercute más en el espectador que la historia misma, y esto es algo reiterativo en el cine francés, al igual que los jump cuts, y el empezar a desarrollar una historia sin hacer mayor relevancia en quiénes son los personajes, ni su contexto, pues eso ya se develará en el transcurso del filme.

Más que una historia guionada, donde los personajes tienen un trasfondo, Sauvage es el retrato de una comunidad: los hombres que ejercen la prostitución en las calles. No importa quiénes son ni cómo llegaron allí, lo importante es que están ahí, y todo lo que ocurre dentro. Marcas de violencia, de abusos, drogadicción, indigencia, la soledad y la deshumanización. La cámara acompaña a uno de estos personajes, quien es particularmente sensible, tal vez inocente, retraído, noble, falto de afecto e influenciable. Junto a él conoceremos lo que es la prostitución callejera, los abusos contra la integridad que eso implica, y el dolor que desata, pero también veremos cómo él asume este entorno como propio.

Es una película bastante sensible, que no deja de ahondar en la humanidad del protagonista, en sus sentimientos, en su forma de acercarse al mundo, pero tampoco descuida en ningún momento lo salvaje que puede llegar a ser la sociedad, o lo bestial y dura que puede llegar a ser una persona con otra, lo denigrantes que pueden llegar a ser con un individuo, como si este no fuese otra persona. Pero la película también siembra una semilla de esperanza en el corazón benigno de la gente. Sin embargo cuando alguien se siente tan abrumadoramente desorientado en la vida, es una moneda al aire cualquier persona que sirva de guía. Siempre será más fácil quedarse con lo que se conoce de antemano.


domingo, 17 de febrero de 2019

Mañana y los demás días (Demain et tous les autres jours)


Mañana y los demás días (2017), es una película coprotagonizada y dirigida por la parisina Noémie Lvovsky. Esta es una película de aventuras, donde una niña explora el mundo a su manera acompañada de su mascota, pero son aventuras fuertemente marcadas por la condición psicológica de su madre, pues la hija, en medio de su propio universo, debe cuidar y proteger a su mamá de sí misma.

Mañana y los demás días es un filme con una dirección de arte muy armónica. Propone colores que acentúan el universo que nos plantea la película, un universo surrealista y divertido, pero verosímil dentro de su propia lógica. Es como una convergencia de elementos de diferentes películas, como la depresión de Revolutionary Road (2008), el surrealismo y las travesías de My Neighbor Totoro (1988), y la trama de I am Sam (2001).

Esta historia maneja dos espacios, uno donde Mathilde, se enfrenta al mundo desde sus propias circunstancias, donde ve y hace las cosas desde su percepción infantil, por ende, desde un punto de vista que alcanza a ser surrealista. El otro, donde ella misma se enfrenta al mundo desde las circunstancias en las que la pone su madre (Mme), quien sufre de una profunda depresión y alguna dislocación psicológica, componiendo así un lado más realista, sometiendo a su hija a tomar decisiones que superan su madurez. Es sobre esta dualidad que se edifica la película y el amor no convencional entre estas dos mujeres, pues por un lado la condición de Mme pone a Mathilde en situaciones de altísima presión psicológica que la obligan a ser solitaria, pero en contrarresto ella tiene a su mascota, con quien sostiene una profunda amistad. Mathilde oscila entre tener que cuidar y proteger a su mamá, y el hecho de ser demasiado pequeña para hacerlo, pero todo esto le da las bases necesarias para desarrollar alguna forma alterna de amar a su mamá profundamente. 

El filme está contado desde el punto de vista de la niña, quien desafía al espectador a amar, pues pone sobre la mesa las situaciones más adversas y absurdas, en donde ella usa el amor desequilibrado y dañino que su madre le brinda, para desarrollar comprensión hacia ella, un amor completamente estable, y una sólida inteligencia emocional.

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jueves, 7 de febrero de 2019

El vicio del poder (Vice)



Vice (2018). Una película del estadounidense Adam McKay, quien en esta ocasión obtiene su segunda nominación a mejor película en los premios más codiciados de la industria, con una obra que una vez más, además de ser una denuncia, busca desequilibrar al sistema. Esta película cuenta la siniestra historia de un país liderado por alguien que no era su presidente. Un Uribe, digamos.

La conjugación entre un buen guion y una edición rítmica puede llegar a ser fatal para una película, o por el contrario, puede ser un enlace con resultados esplendorosos. ¿Cuál de las dos ocurre en este filme? Ciertamente, ambas: ¿Realmente al espectador le queda claro qué es lo que dice el Artículo 2 de la Constitución estadounidense y por qué es tan maleable? o ¿le queda claro cómo fue que Dick Cheney, el vicepresidente del gobierno de George Bush Jr., llega al mundo de la política, después de la vida que tuvo? La respuesta es incierta. Sin embargo, tiene un guion álgido y arriesgado, con un tinte de comedia negra que funciona a la perfección en medio de un contexto turbio y corrompido. Todo esto, al son de un narrador, que en ocasiones se vuelve personaje, a quien le afectan directamente las decisiones del gobierno. Los narradores son también un arma de doble filo, pero es magistral el papel que desempeña este elemento en la película. Lo que sí queda claro es que Vice está nominada a mejor guion original y a mejor edición, y que objetivamente solo merece uno de estos dos reconocimientos.

Un biopic lleno de angustia, tensión y procedimientos anti-éticos. Una película que pone en evidencia cómo un hombre concentra todo el poder de una nación en sí mismo, gobernando inclusive por encima del mismo presidente, y como este único individuo, con su sed amarga de poder, le cambia el rumbo a la vida de millones de personas en el mundo. Aunque la película procura no descuidar la humanidad del protagonista, irremediablemente lo termina convirtiendo en un monstruo que engorda a lo largo del film, a medida que se hace a más y más poder. Este, tan solo uno de los grandes símbolos y representaciones de las que está plagado el filme.

Finalmente, no deja de hacer ruido un hecho: al principio de la película hay un texto que nos advierte que desentrañar la vida de un hombre tan discreto como Cheney no había sido una tarea fácil, pero que ellos habían hecho su maldito mejor esfuerzo. ¿Qué tan cierto es lo que esta película nos plantea?